lunes, julio 10, 2006

La Guitarra como un deporte


La verdad es que no se como se me ocurrió hablar sobre este tema. Pero antes que nada quisiera aclarar que es una percepción mía sobre la música y representa solamente mi intima opinión. Es sobre conceptos, conceptos que pueden parecer distintos pero en algunas ocasiones se confunden o se juntan.

Es sobre la música como un deporte, la música ocupada como una excusa única para el lujo, la música como un artefacto técnico, la música como una competencia de rapidez casi sacada de los juegos olímpicos y ejecutada por personas que son considerados buenos músicos y que a continuación voy a cuestionar.
Para mí el rock, la música en general para mí va más aya de la técnica y no estoy de acuerdo de que esta sea usada como protagonista del show. Por eso clasifico a gente como Joe Satriani o Steve Vai de deportistas, de acróbatas sin mucha creatividad, cuya estructura de canciones esta echa casi exclusivamente para lucir sus interminables solos de guitarra con una gran parafernalia. Es eso en el fondo el show, al igual como en los circos el numero fuerte son los trapecistas, en las canciones de Steve Vai lo único que interesa es como ejecuta su instrumento con rapidez, técnica y números casi de payasos como el tocarla de de espalda, con la lengua, por la espalda, acostado, de cabeza, en fin, casi todo el kamasutra agregando los cuchillos, pasando taladros, motosierras etc…

Pero que diferencia tiene esto con Hendrix, Page u otros grandes guitarristas que también tiene gran habilidad técnica.. Es ahí hay algo mas, no es lucirse por lucirse, no es una canción echa para un solo, ahí hay alma. Esa que convierte un par de notas en un par de emociones distintas y sin necesidad de estar a 100km/h. El alma es aquel elemento que puede convertir la destrucción de una guitarra en un ritual místico, aquel elemento que se adhiere aun sonido preciso y se convierte en arte.

La técnica la veo como un adorno, pero discrepo totalmente de que sea la protagonista como lo es en G3. Es el exceso lo que distingue entre un gran músico y una persona que se cree gran músico. Es ese el punto esencial, el exceso. El exceso es el que puede transformar un solo en un espectáculo circense hecho pata lucirse, el que hace de la técnica su único escudo para la batalla y el que convierte la música en parafernalia y demostración de habilidades. Como lo es en el circo y en los espectáculos deportivos. De echo me reacuérdalos comerciales de Nike fútbol, con Ronaldinho haciendo piruetas sin ningún fin.

Bueno, es una especie de relación con lo que hacen los llamados maestros del virtuosismo, acróbatas de la música. Un montón de piruetas y lujos que sirven solo para llamar la atención, pero que están lejos de ser una demostración de Arte. A eso le llamas música, yo le llamo deporte.

1 comentario:

Polaco dijo...

Muerte a G3
virtuosos culiaos