Adios Syd
Se nos fue en los últimos días un gran genio, uno de los mas grandes músicos de la historia del rock, una mente brillante atrapada en un mundo inmenso y confuso creado por el mismo, recluido en sus propios problemas y encerrado en su casa en Cambridge, falleció el viernes 7 de julio el fundador de Pink Floyd, Syd Barret.
A medida que la fama del grupo crecía, Barret comenzó a excederse en el uso de las drogas. El LSD y otras sustancias fuertes comenzaron a alterar la mente de Syd, atormentandolo y haciendolo caer en un hoyo que luego se fue tapando con tierra. Sus problemas mentales derivados de su abuso del ácido le comenzaron a afectar en su rendimiento musical. Syd no reaccionaba, en vivo se quedaba pegado minutos en una nota, a veces no se movía, no tocaba, se desmayaba, colapsaba o desaparecía por lo que fue despedido de Pink Floyd en 1968.
Luego de un segundo disco, Syd se perdió del mundo. Se encerró en su casa en Cambridge hasta el fin de sus días. Cuenta la leyenda que en el año 75’ se apareció por los estudios donde Pink Floyd grababa justamente Shine on your crazy diamond, una canción dedicada a su persona. Sin embargo no fue reconocido, Syd había cambiado. Se había afeitado las cejas (recordar escena de la película The Wall), estaba rapado y estaba más gordo.
Una mente atormentada, un diamante loco que se perdió en el mundo de las drogas, las secuelas fueron graves. Enfermedades mentales que no volvieron a sacar a Syd de su estado y más de 30 años en los que nadie supo de el. Además de problemas como úlceras y diabetes fueron debilitando la salud de Syd progresivamente.
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